La Argentina está en un constante crecimiento económico. Cada vez son más las personas que deciden realizar sus negocios en ella, debido a su mano de obra altamente capacitada, su ciudad cosmopolita donde la calidad de vida cumple los estándares internacionales. Además la Argentina posee muchos campos de inversión, lo cuales son una gran promesa y detallan un fuerte crecimiento y desarrollo, sus principales son el sector agropecuario, tecnológico y minero, los cuales son incentivados por el bajo costo de recursos humanos.
Para poder comenzar con el negocio y poder constituir una sociedad en la Argentina es menester saber que hay distintos tipo societarios, de todos modos los más utilizados son la Sociedad Anónima (SA), la Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL) y la Sociedad por Acciones Simplificada (SAS). Cada una tiene sus particularidades, por eso hay que ver qué tipo societario se adecua mejor a los intereses personales. A su vez, ya que como dijimos, cada una tiene sus particularidades impactando consecuentemente, en los requisitos para su constitución ya que varían, pero en líneas generales estos son los requisitos que los tres tipos societarios requieren.
Primero se elige el tipo societario más adecuado y su denominación social (que luego será chequeado y aprobado por el Registro Público de Comercio).
Para la constitución y luego distintos trámites que se deban realizar ya sea una incorporación, fusión, cambio del tipo societario, etc., es necesario la participación y asesoría legal de un abogado ya que todos los trámites requieren de una especialización técnica y específica. Para ello se deberá redactar y firmar un Poder que le otorgue derechos y obligaciones al Abogado para que pueda formar pare de la empresa y representarla.
Por otro lado, y una muy importante es la redacción del estatuto de la sociedad. Es importante porque en primer lugar es un requisito esencial para la constitución de una sociedad y por otro lado el estatuto vendría a ser raíz, es lo que la va regir, su ley. Por eso, es necesaria su registración en el Registro Público de Comercio junto con las firmas de sus socios. Junto al estatuto son requeridos otros documentos a presentar, entre ellos el Dictamen Profesional (que deberá expedirse sobre la capacidad de los contribuyentes, deberá contar con los datos de la personería jurídica, consignar la sede social y el capital social, su plazo de duración entre otros datos) y la publicación de su registro en el Boletín Oficial, entre otros documentos. Ambos mencionados exigen que sean realizados por un profesional, por eso es importante contar con el Poder que mencionamos arriba.
En cuanto a los impuestos y pagos a realizar, se debe pagar una tasa de incorporación que corresponde a los formularios y documentos necesarios para la creación de la sociedad. Por otro lado, se deberá hacer un depósito en el Banco de la Nación Argentina del 25% o más del capital suscripto que se detalla en el estatuto. Por último es necesaria la creación del CUIT, con el fin de ser presentado ante la AFIP para que la sociedad empiece a contribuir con los impuestos establecidos por el Gobierno Argentino, además de la realización de otros trámites que requieren el CUIL.