Las crisis crean oportunidades.
En 2008, con el estallido de la burbuja inmobiliaria de Estados Unidos y el colapso del sistema bancario mundial, la gente perdió la confianza en el sistema financiero, dando espacio a la creación de una moneda alternativa y descentralizada: el Bitcoin. Una moneda digital basada en la tecnología blockchain que se ha convertido en la oportunidad de inversión del siglo. El Bitcoin alcanzó la paridad con el dólar en el 2011 y actualmente ha alcanzado su punto máximo en más de USD 23,000. Eso significa que si hubiera comprado USD 100 en Bitcoin en 2011, ¡habría aumentado su inversión en un 2.300.000%! Y lo que es más, se espera que alcance los USD 397.00O en 2030… Increíble, ¿eh?
Y Bitcoin es solo el comienzo. La tecnología que permitió su creación, llamada blockchain, no solo ha abierto la puerta a la creación de más de 2500 altcoins - criptomonedas alternativas a Bitcoin -, sino que tiene una cantidad disparatada de aplicaciones que no están lo suficientemente exploradas, como los smart contracts, el intercambio seguro de datos, y tracking systems, y no solo en la industria de la tecnología, sino también en la de la salud, el gobierno y las empresas, entre otros.
Ahora, queremos presentarte un mercado en auge: la criptomoneda en países con alta inflación.
Pero antes que nada, ¿qué es la inflación? Los economistas no suelen coincidir en su causa, pero para abreviar: el efecto en los países que la padecen es la devaluación de la moneda legal y, por tanto, un aumento sostenido de los precios de los bienes y servicios. La principal consecuencia es que el poder adquisitivo de las personas disminuye día a día.
Pero, ¿cómo es un país con ese problema una oportunidad de inversión?
Fácil: existe un mercado de personas que buscan diferentes alternativas que les permitan mantener su poder adquisitivo lo más alto posible. Por lo general, cambiar su moneda por dólares estadounidenses es la alternativa elegida... pero no siempre es posible. Los países que tienen alta inflación son en su mayoría países donde los gobiernos tienen políticas proteccionistas, en un intento por salvar el valor de la moneda legal, y por lo tanto limitar o incluso prohibir la compra de dólares (sí, de verdad). Ejemplos de estos países en América Latina son Venezuela y Argentina, en las posiciones 1 y 3 de los países del mundo con mayor inflación. El número 2 y los siguientes son países africanos, como Nigeria.
Entonces, ¿cómo puede la gente mantener su poder adquisitivo?
Estos tres países han encontrado una forma: la CRIPTOMONEDA. Una vez más, las crisis crean oportunidades. América Latina se ha convertido en la región con mayor cantidad de usuarios de criptomonedas en el mundo. Por ejemplo, a fines de 2014, en Argentina había 5.000 usuarios de Bitcoin, lo que lo ubicó en el top ten del mundo. Y actualmente, con el nuevo gobierno, el acceso limitado al dólar estadounidense y el surgimiento de la crisis del COVID-19, se calcula que hay entre 10.000 y 15.000 usuarios activos de Bitcoin, es decir, un crecimiento del 300% en los últimos seis años solo en Argentina! Y hay aún más tenedores de Bitcoin, pero son más difíciles de calcular (el inconveniente de un negocio no regulado).
Pero eso no es todo. La oportunidad de inversión en Argentina radica en su entorno empresarial nacional, en la calidad del conocimiento técnico de las personas que trabajan en él y en los costos de desarrollo competitivos internacionalmente. Lo que hace del país aquel uno con las comunidades de criptomonedas más respetadas e influyentes del mundo. Y los emprendedores argentinos no solo son pioneros en la industria, sino que en los últimos años han producido los proyectos más interesantes sobre esta tecnología: desde billeteras digitales y plataformas de inversión hasta soluciones crediticias globales.
Y los números reflejan esa realidad: desde que comenzó la cuarentena, los usuarios de criptomonedas en Argentina se han triplicado y las operaciones diarias se han cuadriplicado.
Y el mundo está notando esta oportunidad. Por ejemplo, Bitso, una empresa de intercambio de criptomonedas con sede en México que comenzó en 2015 con una ronda semilla de UDS2.5 millones, y en diciembre pasado tuvo una inversión en etapa posterior de UDS 62 millones, expandió sus operaciones a Argentina en febrero pasado, y ha aumentado su volumen de transacciones de Bitcoin en un 68% durante los últimos tres meses en el país, en comparación con el período anterior.
En resumen, las fintechs de criptomonedas están ofreciendo mayores oportunidades para los inversionistas en países con un alto nivel de inflación, y especialmente en Argentina, donde su mercado se ha elevado exponencialmente durante 2020. La oportunidad radica en el potencial de las criptomonedas de reemplazar las monedas centralizadas, como La idea de dinero gratis, independiente y descentralizado es sin duda un objetivo muy atractivo para los jóvenes, los comerciantes y empresas internacionales, e incluso para las personas que quedan fuera del sistema bancario, pero que tienen conexión a Internet. Pero eso sucede en todo el mundo... invertir en criptomonedas en países donde la alta inflación y la desconfianza en el sistema financiero motivan a las personas a buscar otras opciones es el verdadero negocio. Especialmente en latinoamérica, con la combinación de conocimiento y competitividad. Es “el futuro del dinero”, como ha dicho recientemente el FMI… ¡y hoy es tu oportunidad de alcanzarlo!