“Lo que tenemos que hacer es siempre inclinarnos hacia el futuro”. Jeff Bezos dijo eso por primera vez cuando se le preguntó sobre The Washington Post, pero bien podría haber estado hablando sobre lo que ha estado haciendo el gobierno de Chile durante los últimos veinte años.
El espíritu de las políticas públicas que permitieron a Chile negociar exitosamente Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos, México, China, Colombia y otros 15 países, y Acuerdos de Asociación Económica con la Unión Europea y Japón, ahora está plenamente dedicado a promover la innovación y el emprendimiento. . Regulaciones como la ley “Negocios en un día” y la creación de Start-up Chile son solo dos de los resultados de ese espíritu, pero por su impacto, bien podrían ser los únicos.
La ley “Negocios en un día” permite el registro de empresas y sociedades a través de un registro electrónico con un régimen simplificado que permite, con mayor sencillez, constituir, modificar, transformar, dividir, fusionar y disolver empresas. Y como resultado, en 2019 el 79% de las empresas que se crearon lo hicieron a través del portal.
Luego tenemos Start-up Chile, una aceleradora de negocios creada por el Gobierno para atraer un alto nivel de emprendimiento. Actualmente, es la aceleradora líder en América Latina, tiene un lugar en el TOP 10 global y tiene la comunidad de startups más grande y diversa del mundo. Start-Up Chile cambió la visión del emprendimiento a nivel global a un nivel que luego de su creación, alrededor de 50 países más crearon programas similares, y este es el motivo:
Diez años
1.960 empresas apoyadas
15.000 nuevos puestos de trabajo
Ventas acumuladas de US $ 1.2 mil millones.
Capitales públicos y privados captados equivalentes a 17,3 veces lo invertido.
Y esto es solo el comienzo. También existen instituciones privadas como la Fundación Chile y la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), entre otras, que han ayudado a llevar a Chile a donde está: uno de los ecosistemas de emprendimiento más importantes del mundo, y el primero de América Latina, según al último informe del Global Entrepreneurship and Development Institute (GEDI).
Como consecuencia, entre 2014 y 2018, en promedio, el emprendimiento en etapa inicial se ha mantenido constante en alrededor del 25%. En 2019, esta tendencia se acentuó al observar un aumento del 11% en el porcentaje de nuevos emprendedores en comparación con la edición de 2018 e incluso con los últimos cinco años.
Esto ha permitido a empresas como Cornershop, recientemente adquirida por Uber Technologies Inc., o The Not Company, una empresa de alimentos de origen vegetal que en marzo de 2019 anunció que había recaudado USD 30 millones de un grupo de inversores que incluía a Bezos Expeditions, y que acaba de recaudar USD 85 millones en una nueva ronda de inversión.
Chile se ha posicionado como un ecosistema emprendedor con bases sólidas y completamente abierto al mundo, con un solo defecto: aún necesita apoyo financiero que aliente a los emprendedores a surfear la ola de innovación y generar impacto… por lo que depende de los inversionistas tomar la oportunidad y apuesta por uno de los ecosistemas de emprendimiento más sólidos del mundo.